Emilio Canales pone el dedo en la llaga. En este enlace lo tenemos.
Lo que yo no sabía es que el sistema Schwyzeriano que usamos para aprender latín y griego se llamaba Formale Bildung, y era una corriente pedagógica que llegó a España por diversos medios.
La historia de la "abducción" de los profesores de latín durante más de 60 años por parte de esta tendencia, veo que aún está por escribir. A este respecto, recuerden que el llorado José S. Lasso de la Vega estudió en Alemania. Supongo que podría investigarse la transmisión a nuestro sistema educativo.
Porque la LOGSE era bastante equivocada en mi opinión, y nunca me alegraré lo bastante de que muchos de sus presupuestos estén desaparecidos, pero es que este sistema gramático-formal tampoco hay por donde cogerlo.
Y digo yo, si en latín ponemos preguntas de competencia comunicativa, como hacen el resto de las lenguas, ¿se hundiría el mundo?
Lo digo porque he puesto a la mitad de la clase un examen de preguntas de comprensión de la Unidad 8a de Oxford, y lo han recibido bastante bien. El resto, más avanzados, ha hecho un texto tradicional de la 8b. Los de la 8a estaban mucho más contentos con el examen, y mucho menos nerviosos.
Incluso acabaron antes y me pidieron si no tenía otro examen diferente del mismo nivel, para entretenerse hasta que acabase la hora. Se lo he dado, y se han vuelto a ventilar un texto de catorce líneas en 25 minutos.
Pero claro, nada como andar fastidiándoles la vida a los alumnos para que se metan, la letra con sangre entra, unas furibundas tablas gramaticales sin relación con contexto alguno.